Diario de Aprendizaje #2: Módulo 1: "Las cifras no mienten"

Antes de empezar con la realización del primer reto, he de decir dos cosas: la primera, la diferencia entre sexo y género parece que la tengo bastante clara en mi cabeza (lo cual me agrada) y la segunda, no tenía ni la más absoluta idea de lo que era el EIGE, lo que me ha hecho sentirme un poco avergonzado 😊 pero bueno, se está aquí para aprender.

He elegido el tema de las cifras de ocupación entre hombres y mujeres y he decidido centrarme en la franja de edad comprendida entre los 55 y los 64 años. Todo ello vino al mirar los datos del Índice de Género de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2022 al tocar la calculadora de género y comprobar esta frase con respecto a la educación en España:

"Spain ranks in the bottom 25% of countries in Europe and North American on attaining at least some secondary education"  [España se encuentra entre el 25% más bajo de los países de Europa y Norte América en obtener algúna educación secundaria] Esto me sorprendió mucho, puesto que los datos obtenidos por parte de España en estos índices son superiores a la media y parecen positivos. Esto me hizo pensar en que diferencias habría en España en relación a la educación del sector más mayor y su empleabilidad. 

Pensé que al haber más hombres mayores de 55 años dedicándose a labores manuales como la construcción o lo relacionado con albañilería, fontanería y demás, habría una gran diferencia en las tasas de ocupación ya que muchas de estas personas, no pueden seguir trabajando al cabo de los años. como consecuencia de lesiones e incapacidades por actividad laboral.  Y se ve que no es así. En 2022 en España, 64,5% de los hombres estaban en activo y solo el 51,1% de las mujeres.

Y esa brecha y diferencia, sin embargo, no está relacionada en ningún momento con la educación. Si lo miramos por niveles educativos, el nivel de educación superior tiene la misma tasa (30,2%) y de hecho, hay una tasa más alta de mujer con educación secundaria (23,6%) que de hombres (22,4%).  A pesar de que las tasas de formación académica son superiores a las mujeres, la empleabilidad de los hombres en estos sectores es mayor.  

Para mi esto es sorprendente ya que uno tiende a pensar que a mayor nivel de estudios, más fácil es la reclasificación laboral, pero se ve que no es una simple casualidad: las mujeres de más de 55 años tienen más dificultades que los hombres de 55 años, aun teniendo un nivel de estudios parecido sin significativas diferencias. ¿Qué explica sin embargo esta diferencia? ¿Razones culturales de la sociedad? ¿Los cambios en la familia en los que cada vez hay más abuelas que cuidan de sus nietos? ¿La cultura del empleador que considera a la mujer parada mayor de 55 años menos capacitada laboralmente para su empresa, por considerarla más débil que al hombre mayor de 55 años?  

Como posible solución, se incluyen todas aquellas bonificaciones, subvenciones y deducciones de impuestos que puedan motivar al empresario a contratar mujeres mayores de 55 años. Pero ¿Es suficiente para que un empleador quiera a una trabajadora mayor de 55 años en su empresa?  Puede ser un comienzo adecuado pero se necesitaría también un cambio en la cultura laboral de este país para que las personas de mayor edad sigan siendo consideradas válidas y aptas para el trabajo. 

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